martes, 7 de diciembre de 2010

La torta galesa

Buscando recetas navideñas, di con la torta galesa. La hice por probar y me pareció deliciosa; es la torta de novia que había estado buscando durante mucho tiempo. Me pregunté cómo nació la historia de este bizcocho húmedo y especiado que tanto me gusta y he aquí lo que encontre: en 1865 una embarcación llamada Mimosa partió del condado de Madryn hacia la patagonia argentina con más de un centenar de galeses, hombres y mujeres, que buscaban un lugar en el que poder formar una colonia y conservar sus costumbres, lejos de los ingleses. Es así que llegan al valle del río Chubut y se instalan en este inmenso territorio no exento de dificultades; carecían de agua dulce y alimentos, sin contar las inclemencias del clima y la amenaza de ataques extranjeros. Es entonces que buscando un alimento rico en calorías y de fácil conservación, los galeses, tomando los ingredientes que la nueva tierra les proveía: azúcar negra, frutas azucaradas y miel, crean un pastel con el que celebrarían la navidad, los matrimonios, y demás fechas importantes. La tradición chubutense dice que la base del pastel de novios, que es una torta galesa, debe conservarse durante el primer año de casados, cada mes, los esposos comerán un trozo, como recuerdo de las dificultades que iran superando; esto da cuenta también de la perdurabilidad de esta rica torta que según los entendidos depara 45 horas de elaboración. Encontré preparaciones en las que las frutas secas y confitadas, la mantequilla y el azúcar se hierven y al día siguiente se agregan los demás ingredientes; otras se preparan batiendo la grasa con el azúcar y los huevos, y luego intercalando los secos con los líquidos. Yo me quedo con una versión que lleva brandy y mermelada, yo usé una de naranjas hecha en casa y panela oscura, que le da un color particular muy suculento. Estos días acompañaré el té con un pedazo de torta galesa, en memoria de aquellos colonos que abandonaron su tierra en busca de un mejor porvenir para ellos y las generaciones que les sucedieran.
Fuente:
patagonia-argentina.com